jueves, 17 de septiembre de 2015

A orillas del Guadalete (II)

Esta vez, veníamos en busca de cualquier rastro de nutrias. Nos faltaba una zona por revisar de donde nos había tocado para el 'sondeo' de nutrias en Cádiz realizado por la SGHN. Siempre es agradable caminar junto al río donde habitan infinidad de seres, la mayoría escondidos, pero que se hacen notar con sus cantos y silbidos.
Ischnura graellsii
Este tramo de río está en la barriada rural 'La Corta' localizada en Jerez de la Frontera, un barrio que comenzó a construirse hace poco menos de un siglo, y que su economía se basaba en los diversos productos que podían extraer del río. Actualmente está más modernizado, aunque sorprende ver la cantidad de animales domésticos que se alimentan en las orillas del Guadalete. Y no es para menos, los insectívoros lo tenían fácil. Por cada paso que dábamos, salían varias especies de invertebrados de sus escondites. Uno de los más bonitos y comunes eran los caballitos del diablo (Ischnura graellsii), aunque también saltamontes y escarabajos daban sus actos de presencia.
Finalmente, tras rastrear la zona no encontramos ningún rastro de nutria, aunque, eso sí, nos llevamos una bonita estampa de este río tan desconocido para algunos...


Pequeño nido de carricerín (?)

No eran pocas las aves que sobrevolaban el río

sábado, 12 de septiembre de 2015

Marisma de los Desamparados - Pinar de la Algaida

El cielo amenazaba lluvia, hacia un poco de viento y quizás no era el momento más apropiado para salir a dar una vuelta por el campo. Pero...¿quien soy yo para desperdiciar un día nublado?


Flor de Salado (Limoniastrum monopetalum)

Así que me dispuse a ir a las marismas de los desamparados-pinar de la algaida, que hacía tiempo que no iba y siempre suelo llevarme alguna sorpresa.

Olor tierra mojada...el aire en la cara...el discordante y poco armonioso graznar las gaviotas patiamarillas...acículas que caen...¿Y esto es un día malo?
En las marismas se oian los chasquidos de las gotas caer en el agua salada.Rodeadas de salicornias rojizas y salados (Limoniastrum monopetalum) que aun mantenían algunas de sus flores purpura.
Llegando al pinar encontramos la flora propia de nuestro clima mediterraneo, pinos piñoneros, retamas, lentiscos, enebros, sabinas y algún que otro palmito...etc. 

Me detuve a admirar a dos de estas cupresáceas, la sabina (Juniperus sabina) y el enebro,que en este caso se trata de un enebro costero o marítimo(juniperus macrocarpa).


Frutos y hojas de enebro
Frutos y hojas de sabina
Mirando mas de cerca los colores de los frutos de la sabina y la disposicion de sus hojas,vemos que son escuamiformes y flexibles,nada que ver con las de su pariente cercano,el enebro que  son triverticiladas, aciculares, rígidas, de ápice punzante, y ademas con dos franjas blancas en el haz separadas por un nervio verde más estrecho.


La sabina también ha tenido un variado uso medicinal desde la época de los romanos,donde era utilizada  para quitar berrugas o como método abortivo en medicina popular,provocando y regulando la menstruación. Esto se debe alcohol que posee,el sabinol, pero su acción es tan violenta que puede incluso provocar la muerte.

Pero ademas de estas especies,en estos días tenemos la suerte de ver  ciertas plantas bulbosas de flores blancas...hablo de la Drimia maritima, planta de la familia de las asparagaceas que ahora estáen plena floración.



viernes, 11 de septiembre de 2015

A orillas del Guadalete (I)

De vez en cuando, cojo la bicicleta para dar una vuelta por unos campos de cultivo que hay a no muy lejos de mi casa. Normalmente suelo llegar hasta el monasterio de La Cartuja (Jerez), me acerco a ver el río pasar y me vuelvo. No son pocos los animales que viven por esta zona, pudiendo destacar algunas nutrias (Lutra lutra), que se pasean sin que la mayor parte de la gente lo sepa.
Ardeola ralloides
El otro día, salí de improvisto, y al llegar tuve la mala (o buena) suerte de que la bici se me había pinchado. No llevaba ni cámaras ni parches, y mi casa quedaba andando demasiado lejos, por lo que no tuve otra solución que esperar a que me trajesen una, 4 horas después.

En todo ese tiempo, me senté bajo un gran eucalipto y me quedé embobado ver pasar el agua del río, cargado de vida, aunque la limpieza de esta no fuese la que debería de tener. Nada más llegar una garza cangrejera (Ardeola ralloides) me miraba igual de impresionada que yo a ella. No me dio tiempo a hacerle muchas fotos hasta que emprendió el vuelo por encima del Guadalete.

La orilla estaba invadida por Gambusias, mientras las carpas acechaban en aguas más profundas a que alguna gambusia se despistase. 

Gallinula chloropus
En el eucalipto también había más vida de lo que parecía. La conchuela del eucalipto (Glicaspis brimblecombei) invadía sus hojas, mientras muchos pájaros cantaban ramas más arriba. A mi alrededor cientos de pequeños insectos hacían su vida normalmente: Mientras algunas abejas construían túneles en el suelo, otras se dedicaban a libar de las multiples flores que bordeaban el río. Mientras tanto, algunas arañas esperaban pacientemente a que alguna de estas se posaran en la flor equivocada.

Tras pasar un rato me acerque a otra zona del río, donde descansaba una polla de agua (Gallinula chloropus), aunque parece que no le gustó mi visita. ya que salió volando sin que me diese tiempo a reaccionar. Volví a mi zona de descanso y pasé allí el resto del tiempo que quedaba. De fondo sonaban las campanas del monasterio, que se mezclaban con el pasar del río y con los incesantes cantos de infinidad de pájaros que viven en estas orillas del guadalete.


Y es que, aunque no lo sepamos tenemos algunos paraísos más cerca de lo que creemos.




Glicaspis brimblecombei

Salticidae

Eyprepocnemis plorans


Cuscuta europaea


Gran nido de Polistes dominula

Gegenes nostrodamus

Spilostethus pandurus

Rhynocoris erytrhopus

Lampides boeticus


"No hay que irse tan lejos para poder relajarte en tu propio paraíso"

jueves, 10 de septiembre de 2015

Una visita 'salada'


Iba a descansar un poco después de la comida cuando una llamada de Rubén, compañero de aventuras de Juan y mío suena en el comedor: "Álvaro, te recojo dentro de un rato". El descanso se convirtió en nuevo movimiento, preparar la cámara, preparar los prismaticos, una pequeña red, algún pequeño botecito,... Todo lo que entrara en la maleta era válido para una excursión sin destino fijado.

Llegó Rubén aún sin yo conocer que sitio tenía pensado. "He pensado dos opciones, o Sierra de San Cristobal, o las Salinas de Puerto Real". Realmente la pregunta sirvió de poco, ya que aunque elegí la primera opción, cuando me di cuenta íbamos rumbo a Puerto Real. Fue una elección muy acertada.


La primera parada fue en un pequeño charco, donde la única vida que parecía que había era en el agua, donde se encontraban cientos de mosquitas. El día parecía que había empezado con mal pié aunque no fue así. La primera sorpresa al avanzar fue una espátula (Platalea leucorodia) que nos observaba a escasos 10 metros. Esta parece que no tenía miedo de la presencia humana, quien permaneció como si nada pasase un cierto tiempo hasta que decidió emprender el vuelo. A la vuelta la volveríamos a ver en el mismo lugar, mirándonos de la misma manera. Esta vez no la molestaríamos tanto con las fotos.



Seguimos con el entusiasmo de haber visto tan de cerca a un ave tan extraño que hace debe su nombre a la forma de su pico, y que usa como si fuese una pala para remover el fango de marismas y charcas, para cuando algún pez, o invertebrado que se cruce en su camino podérselo comer sin problemas. Esta nos recordó un proyecto (Limes platalea) que existe para contabilizar las espátulas que "cruzan el charco", y que extrañamente no lo hacen por el estrecho, sino por la playa de la Barrosa. 
Seguimos algo más de frente. Decenas de flamencos (Phoenicopterus roseus) y gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) nos acompañan a los lados. Entre ellas se dejan ver alguna gaviota picofina (Larus geneis), y alguna garza real (Ardea cinerea). El paisaje va cambiando de campos de cultivo de algodón a otros muy diferentes de sal. Nos vamos adentrando en las salinas de 'La Esperanza'.






Avanzamos para parar en una pequeña charca, algo parece moverse  por el suelo... Paramos y vemos que se tratan de varios cangrejos violinistas (Uca sp.), que no andan solos. Un juvenil de cigüeñuela acecha en la charca donde se mueven incesantemente algunos alevines de peces, y que al mismo tiempo comparte espacio con otras pequeñas aves, como chorlitejos, archibebe, andarrios o correlimos

Chorlitejo chico (Charadrius dubius)

Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula)


Correlimos (Calidris alpina)

Juvenil de cigüeñuela (?)
Archibebe (Tringa totanus)


Andarrios (Actitis hypoleucos)


Los dejamos atrás, continunando así nuestro camino. Ya se ven al fondo los grandes montones de sal junto a las maquinas sin cesar de trabajar. Al otro lado las marismas de los Toruños. Dejamos atrás a una garceta grande (Egretta alba).


Egretta alba


Cuando menos nos lo esperamos, llegamos a la puerta de las salinas, donde nos reciben un pequeño bando de perdices rojas (Alectoris rufa) y varios zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis). Entramos para ver un sin fin de camiones entrando y vaciando sal, mientras otras maquinarias lo amontonan. Al otro lado parece volar un aguilucho.

Alectoris rufa

Aguilucho ?
Montones de sal

Podiceps nigricollis

Podiceps nigricollis

Tras ver de cerca los imponentes montones salados, decidimos coger una carretera donde parece que no pasa nadie desde hace años. Al fondo, decenas de cigüeñuelas, se mezclan con un bando de flamencos. Bajamos del coche para admirarlas mejor, y nos encontramos un pequeño Correlimos (Calidris alpina). Decidimos dar media vuelta dejando atrás a varias rapaces así como a una cigüeña. Como suelen decir, los mejores planes son los improvisados

Juveniles de flamenco

Ciconia ciconia en busca de algún bichejo para llevarse a la boca

Aguila pescadora (?)

Águila culebrera (Circaetus gallicus)

Moritos (Plegadis falcinellus)

Grajillas (?)


Cigüeñuelas (Himantopus himantopus)

Flamencos





Correlimos


"Los mejores planes, son los improvisados"