domingo, 1 de noviembre de 2015

Laguna del Comisario

En ese mismo día, continuando con la entrada anterior, visitamos una laguna cercana que para muestra sorpresa estaba totalmente seca. A pesar de ello, decidimos entrar a husmear un poco.


Levantando algunas rocas de la orilla y de los alrededores, lo primero que encontramos fue una culebra viperina (Natrix maura) que en cuanto nos vio se apresuró a esconderse.

El nombre de "viperina" se debe a que cuando se siente amenazada o asustada, su mecanismo defensivo es parecerse a su pariente no muy lejano la víbora. Para ello es capaz de bufar e incluso cambiar la forma de su cráneo para pasar a tener una forma triangular. 
Nunca debéis coger una serpiente ni cualquier animal si no conocéis la especie o si dudáis de ella(Al igual que cuando cogemos setas) pero si dudamos en este caso,solo hace falta mirar la pupila del ofidio, en el caso de ser una culebra lo tendrá redondo como podemos ver, si se trata de una víbora lo tendrá alargada verticalmente (como la de un gato).
De otra roca de los alrededores salio un animal algo mas peligroso, se trata de una escolopendra (Scolopendra cingulata) quilópodo venenoso y de gran tamaño ( el más grande de Europa) que mata a sus presas y se defiende inyectando veneno por sus forcípulas.

Piezas bucales de una escolopendra
 En el interior de laguna, pasando algunos tarajes (Tamarix africana) vimos que en ese suelo seco y agrietado yacían aves blancas. Pensábamos que podían ser garcetas o garcillas, pero no fue así, la laguna estaba llena de cadáveres de cigüeñas (Ciconia ciconia).
Ni una, ni dos,ni tres...había más de diez ejemplares muertos.
La pregunta es...¿Por qué? 


Realmente no lo sabemos con certeza, pero en una de ellas encontramos lo que podéis ver en la foto, un plástico blanco que sobresalía del estomago del animal. Lo que nos lleva a pensar que puede ser por una alimentación indebida, posiblemente debido a un basurero cercano donde tanto cigüeñas como gaviotas se dan un festín.


Si hablamos de anfibios, entre unos plásticos negros una ranita meridional (Hyla meridionalis) encontraba refugio, aislándose un poco del medio y evitando perder humedad hasta que llegasen las lluvia.
Al igual que un pequeño tritón gallipato (Pleurodeles waltl) que estaba bastante cercano.





Ya apunto de irnos y sin esperarlo, conforme dejábamos estos últimos ejemplares, apareció otro artrópodo venenoso, más conocido que la escolopendra pero igual de peligroso, se trata de un escorpión común o alacrán (Buthus occitanus). Gracias a sus poderosas pinzas, estos animales son capaces de capturar a sus presas,  pequeños invertebrados normalmente de menor o igual tamaño que el, e inyectarles su veneno.

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